Memoria de Miguel Cuervo Araoz
Por: Gustavo Páez Escobar
Hace 59 años –9 de mayo de 1968– falleció en Bogotá Miguel Cuervo Araoz. Nació en la misma ciudad el 20 de enero de 1909. Se destacó como uno de los personajes más emprendedores y audaces de su época. Gran enamorado de la selva, vivió en ella 42 años, incluidos los 10 que residió en el Llano. Fue el fundador de Mitú, modesto caserío que era el punto de encuentro de las 27 etnias de la región, y desempeñó el cargo de comisario del Vaupés entre 1936 y 1942.
Cuervo Araoz aprendió a querer la selva por la estadía que tuvo en el Llano, en una finca de su padre. Allí se compenetró con la belleza ecológica y captó las necesidades de los pobladores. La manigua se convirtió en su hábitat sentimental. Viajaba con frecuencia a Bogotá, donde atendía el bienestar de su esposa y sus hijos. La familia fue su mayor preocupación, y al lado de ese compromiso sacaba tiempo y energías para cumplir sus planes de apoyo a la sociedad en aquella desamparada geografía.
Como fundador de Mitú partió de la nada. Comenzó por construir su sitio de trabajo y otras casas de madera donde funcionaron la radio, los sistemas de salud y la inspección de policía. Abierta la pista aérea en 1941, aterrizó el primer avión pesado en el Vaupés. Tras este impulso inicial, aparecían otros servicios elementales, como el correo, el telégrafo, el teléfono, el alumbrado público.
Cuervo Araoz era de mente abierta e inquieta. Las soluciones le surgían como resultado del empeño y la creatividad. A esto se sumaban su trato cordial, don de gentes, simpatía y sentido del humor, sencillez y confraternidad. Poseía un don innato: su espíritu aventurero, que lo mantenía en constante acción. Con esa fuerza vital, ocupó la gerencia del recién creado Instituto de Colonización e Inmigración, por nombramiento que le hizo el general Rojas Pinilla; fundó una línea aérea entre San Andrés y Providencia y levantó su bella casa en los cerros de Bogotá. Allí evocaba los días en que abría trochas en la selva, organizaba a los caucheros y ofrecía bienestar a toda la gente.
Una enfermedad repentina terminó con su preciosa existencia, a los 59 años de edad. Jorge Ortiz Márquez, su amigo entrañable, se despidió de él con un sentido poema del que copio esta estrofa: Señor de la intrepidez, / exponente del vigor / y enamorado señor / de la selva del Vaupés.
He leído con fascinación el maravilloso libro que sobre Miguel Cuervo Araoz publica la escritora y comunicadora social Lina María Archila León –otra enamorada de la selva–, titulado Señor de la intrepidez (Gráficas Arcoíris, 2023), donde lo dibuja de cuerpo entero. Recibí esta biografía de manos de mi amigo Juan Pablo Bahamón Cuervo, nieto del personaje, texto que me produjo honda admiración hacia este líder eminente que merece ser recordado como uno de los grandes forjadores del trabajo y el progreso del país.
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Eje 21, Manizales, 25-VIII-2023. Nueva Crónica del Quindío, Armenia, 27-VIII-2023.
Comentarios
Qué interesante tu nota acerca de Miguel Cuervo Araoz, personaje que hasta hoy desconocía. Y ese desconocimiento se debe, creo yo, al poco interés que la mayoría de colombianos tenemos por los antiguos «territorios nacionales», que siempre asociamos con atraso, indigenismo y selvas inhóspitas. Eduardo Lozano Torres, Bogotá.
Felicitaciones por ese artículo para resaltar la vida de ese gran personaje, que parece de novela. Eduardo Durán Gómez, Bogotá.
Hermosa columna sobre este colombiano a quien yo no conocía. Apasionante su vida. Mi hija está casada con un joven muy ligado al Llano y tienen una gran sensibilidad en estos asuntos. Estoy seguro de que les encantará este libro. Mil gracias por tu permanente trabajo cultural. Eduardo Archila Rivera, Bogotá.