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Archivo para febrero, 2012

La estatua perturbadora

sábado, 11 de febrero de 2012 Comments off

Por: Gustavo Páez Escobar

En el barrio Chicó Norte, donde resido, una bomba rompió la tranquilidad de las 9:20 de la noche, el pasado 16 de junio. Todo el barrio se estremeció con el impacto. Su eco repercutió en toda Colombia.

Informan las autoridades de Policía que la bomba era de mediano poder (2,5 kilos de indugel). Pocos días atrás, el primero de junio, fue desactivado en el mismo lugar (la estatua de Laureano Gómez) otro explosivo con 12 kilos, también de indugel. Nadie se explica por qué, si acababa de ocurrir ese indicio sobre un atentado terrorista alrededor de la imagen del líder político, no se dispuso vigilancia permanente para evitar la repetición de ese hecho.

La onda explosiva causó daños en 13 edificaciones y consiguió su propósito de crear zozobra no solo en el barrio afectado sino en toda la ciudad. La Librería Francesa, situada muy cerca del sitio de la explosión, sufrió la rotura de todos sus ventanales. Lo mismo ocurrió en varios edificios, con la mala suerte de que al día siguiente la señora Cielo Rojas, habitante de un edificio de seis pisos cuyos vidrios habían quedado destrozados, cayera al vacío y pereciera, por salvar a su hijo del peligro en que se hallaba frente a la ventana destruida.

El mismo día de la explosión, el representante Miguel Gómez Martínez, nieto de Laureano Gómez, había abandonado el país por amenazas contra su vida. Oscuras intenciones por frenar la investigación que vuelve a activarse para esclarecer el magnicidio de Álvaro Gómez (ocurrido en noviembre de 1995) parecen ser el detonante de esta bomba puesta en la estatua del caudillo conservador, quien va a cumplir 46 años de muerto.

El mensaje parece claro: como dicho monumento fue elaborado con la cabeza en alto relieve del presidente Gómez, se estaría indicando que la cabeza principal del clan, personificada en su nieto –el representante a la Cámara Miguel Gómez–, corría peligro por su empeño en investigar el crimen de su tío Álvaro. Toda una urdimbre que lleva a la triste conclusión de que la violencia es un estigma que se transmite de generación en generación y nunca cesa: es el legado macabro que recibimos de Caín.

Se sabe que la estatua del barrio Chicó fue elaborada en 1994 por el artista Fernando Montañés, que le imprimió a la cara del personaje su perfecta expresión. Tras la explosión, el bronce salvó por completo la figura del caudillo. Apenas sufrió un destrozo el pedestal. Allí se advierte la mirada de Laureano  como enjuiciando la persecución que se urde contra sus descendientes.

Los vecinos del barrio piden que se retire ese monumento por considerarlo factor de inseguridad. Si fuera a ser reconstruido, pienso que los habitantes lo impedirían. Entre otras cosas, ignoro en razón de qué disposición oficial fue levantada aquí dicha estatua.

Quizá se trate de la ley 25 de 1966, que dispuso, en el gobierno de Guillermo León Valencia, la erección de un monumento en honor del presidente desaparecido, en la intersección de la avenida de las Américas con carrera 30. Allí se construyó la “Glorieta Laureano Gómez”, la cual desapareció al ser transformado el lugar por obra del desarrollo de la capital.

Es posible que el traslado, con otro diseño artístico, hubiera sido al barrio Chicó, perturbado hoy por este nuevo zarpazo de la violencia que no respeta la paz de los sepulcros. Y cobra nuevos muertos. Espero que algún lector suministre la noticia exacta sobre este particular. Y que llegue la paz a los espíritus.

El Espectador, Bogotá, 22-VI-2011.
Eje 21, Manizales, 24-VI-2011.
La Crónica del Quindío, Armenia, 25-VI-2011.

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El polémico ‘Doctor Muerte’

sábado, 11 de febrero de 2012 Comments off

Por: Gustavo Páez Escobar

El médico patólogo Jack Kevorkian, de 83 años, conocido como el ‘Doctor Muerte’, falleció plácidamente en un hospital de Michigan escuchando la música que más le agradaba, la de Sebastián Bach. Tal vez alcanzó a pensar en aplicarse la eutanasia, llegado el caso, método pregonado por él para evitar los dolores extremos y tener una muerte digna.

Se fue del mundo en forma tranquila, tras una vida agitada que muchas veces lo hizo enfrentar con los tribunales y a la postre lo llevó a la cárcel durante ocho años. Había sido acusado por la muerte de Thomas Youk, enfermo terminal a quien ayudó a morir con la aplicación de una inyección letal. La escena de esta muerte fue transmitida en el programa 60 Minutos de la CBS, lo que dio motivo para que los jueces determinaran que se había tratado  de un asesinato.

Su nombre ha producido aguda controversia en el mundo. Unos lo consideran hombre cruel y otros lo califican como compasivo y piadoso. Los primeros lo responsabilizan del asesinato de más de 130 personas, y los segundos consideran que la eutanasia asistida, y elegida por el propio paciente, es el sistema más indicado –y humano– para eliminar el grave padecimiento de los enfermos desahuciados y disminuir el dolor de las personas allegadas.

Le teoría del doctor Kevorkian choca, y de hecho ha chocado en el mundo entero, contra muchas normas legales, religiosas y de ética médica. Esta teoría despierta grandes interrogantes, sobre todo después de su muerte. Fuera de los campos legal y religioso, circunscritos a las áreas geográficas y a la conciencia individual, tal vez lo más complejo es saber si existe el derecho de terminar con la propia vida, y si los médicos que asisten a este método  (autorizado por el propio enfermo terminal) quebrantan la ética profesional.

En Estados Unidos hay lugares donde el suicidio médico-asistido es legal: Oregón, Montana y Washington. Si el hecho por el que el doctor Kevorkian fue condenado hubiera sido cometido en uno de estos estados, no hubiera tenido problema. Pero sucedió en otro territorio. Esto pone de presente la complejidad del caso.

En conferencia que pronunció el ‘Doctor Muerte’ en la Universidad de Florida, en enero de 2008, manifestó ante cerca de 5.000 personas que su objetivo no era matar a los pacientes sino evitarles el sufrimiento. Otra vez dijo que si tenemos compasión con un animal que está sufriendo, y lo ayudamos a bien morir, por qué no hemos de tenerla con los seres humanos. Y proclamaba su lema: “Morir no es un crimen”.

La Iglesia Católica no acepta esta práctica, al igual que el aborto. En cambio, Dalai Lama hace esta precisión: “Si una persona va a morir y padece un sufrimiento grande o se encuentra en estado vegetativo y prolongar su existencia solo causará mayor sufrimiento y dificultades a otros, la ética budista le permite terminar con su vida”.

En Colombia, la Fundación Pro Derecho a Morir Dignamente, creada en 1979, propugna la conciencia de una muerte digna y busca evitar la prolongación inútil de la vida y el sufrimiento innecesario del paciente. Para el efecto, establece un procedimiento para que el enfermo terminal rechace la aplicación de drogas heroicas para prolongarle la vida por medios artificiales. Esto no es eutanasia. Pero es casi lo mismo.

El doctor Jack Kevorkian fue toda la vida estudioso de la muerte. Algunos le atribuyen una pasión enfermiza por la muerte. Otros lo juzgan salvador de este trance supremo. De todas maneras, era un excéntrico, que desde los primeros años de medicina ya practicaba experimentos exóticos en personas  moribundas. También se dice que algunas de las primeras eutanasias no se hicieron con pacientes terminales. Sea lo que fuere, su muerte deja un legado para que la humanidad continúe indagando en esta delicada materia, que es parte sustancial de la propia vida.

Alguien expresó que este personaje de la muerte, que tanta polémica levanta en el mundo entero, y la continuará levantando, es “un genio incomprendido”.

El Espectador, Bogotá, 15-VI-2011.
Eje 21, Manizales, 17-VI-2011.
La Crónica del Quindío, Armenia, 18-VI-2011.

* * *

Comentarios:

Todos los seres humanos tenemos derecho a morir dignamente y sin sufrimiento. Si nadie nos pidió permiso para venir al mundo, al menos que tengamos el derecho en nuestra etapa final de morir sin sufrimiento y sin pedirle permiso a nadie sino a nosotros mismos. Por lo menos yo ya le avisé a mi esposa que si llego a una situación final de desahucio, de inmediato regreso a Colombia a morir dignamente en mi tierra, si es que Dios me da la oportunidad de hacerlo. Luis Quijano, Houston (Estados Unidos).

Queremos felicitarlo muy expresivamente por su columna El polémico ‘Doctor Muerte donde desde una perspectiva muy seria comenta sobre la eutanasia y la vida de Jack Kevorkian. Fundación Pro Derecho a Morir Dignamente. Juan Mendoza-Vega, presidente. Carmenza Rocha, directora.

No creo que sea el hombre el encargado de quitarle la vida a otro ser humano en ninguna de sus modalidades, tales como asesinatos, accidentes que pueden ser evitados, veredictos judiciales, incluso por caridad con el paciente moribundo y sus seres queridos, pero tampoco me parece que el hombre deba alargar la vida de un paciente al cual no se va a poder reintegrar a la vida más que como un pedazo de carne estático y manejado por máquinas, por la decisión de tener al ser querido en este mundo sin saber qué más pudiera estar sufriendo, en vez de dejarlo descansar y terminar con su ciclo vital. Juan Manuel Guerrero Peñuela, Miami.

Un tema bien espinoso el de su artículo. El caso es que cada día somos más los que optamos por ayudar a nuestros seres queridos a terminar de una vez con un padecimiento que definitivamente no tiene cura; después de que el médico dictamina que lo que sigue es dolor, agonía y sufrimiento, sólo queda acatar la voluntad del paciente y ayudarle a morir con dignidad. Por experiencia propia le digo que tal proceder deja una gran satisfacción y tranquilidad de conciencia. Pablo Mejía Arango, Manizales.

El tema de la muerte es bien interesante y tiene muchos aspectos como el religioso y el legal o jurídico; hay sentimientos encontrados hacia una persona que está sufriendo día a día sin posibilidad de recuperación. Independiente de cualquier religión que se profese, estoy totalmente de acuerdo con la eutanasia o el derecho a una muerte digna. Pero supongo que cada caso es muy particular. Ligia González de Páez, Bogotá.

Gracias, apreciado Gustavo, por esta ilustrativa nota. Estos días escuché en la radio una entrevista con «el doctor Quintana», un médico que viene practicando la eutanasia («suicidio asistido») desde hace más de veinte años, en total a 85 personas. Alpher Rojas Carvajal, Bogotá.

El tema de la eutanasia es uno de esos temas que me apasionan por lo complejo, porque, por un lado, me parece que uno tiene todo el derecho a terminar con su vida cuando ésta se vuelve insoportable y dependiente de medicamentos, sondas, hospitales y tratamientos inútiles. Pero por el otro lado, mis creencias católicas, muy acendradas, me hacen pensar que un católico no puede ejercer ese derecho. Diana López de Zumaya, Ciudad de Méjico.

 

El drama de Valerie Domínguez

sábado, 11 de febrero de 2012 Comments off

Por: Gustavo Páez Escobar

¿Qué necesidad tenía la actriz y exreina de la belleza Valerie Domínguez en meterse en el lío judicial en que se ha metido? Es tan delicado el caso, que está a punto de ir a la cárcel bajo la sindicación de los delitos de peculado por apropiación y falsedad en documento privado.

Con 30 años de edad, la vida le sonreía. Es miembro de prestigiosa familia de Barranquilla que goza de gran aprecio en los círculos sociales. En el año 2005 obtuvo el título de Señorita Colombia y recibió la corona de manos de su prima Adriana Tarud, que había conquistado la misma presea el año anterior. Otra de sus primas es Shakira. Pertenece, pues, a familia de luminarias.

En la vida de los negocios, el éxito para ella ha sido muy halagador. Para el efecto, no solo ha jugado papel importante su condición de exreina de la belleza sino sus particulares atributos de simpatía. Con dicho privilegio, se volvió diseñadora de joyas, con puntos de venta en Barranquilla y Bogotá. Y ha celebrado lucrativos contratos con la firma de cosméticos Ésika, que ha sabido explotar muy bien la imagen de la carismática dama.

Otro campo promisorio que se abrió para Valerie Domínguez fue el de actriz. Por este camino se van muchas de las exponentes de los certámenes de la belleza. Algunas saben aprovechar esta oportunidad que les da la vida, y otras la derrochan al incurrir en delitos o actos bochornosos, por lo general llevadas de la mano de algún capo de renombre. ¡Pobres reinas  incapaces a veces de distinguir entre el bien y el mal!

Por las noticias que se han publicado en la prensa, parece que la falla de la actriz y exreina, a quien todo le sonreía, fue haberse enamorado de la persona equivocada. Su relación sentimental con Juan Manuel Dávila, perteneciente a distinguida familia de Santa Marta, y dinámico hombre de negocios, le oscureció el horizonte de glorias y alteró por completo su tranquilidad.

De un momento a otro, Valerie Domínguez se vio enredada en las oscuras maniobras que se tramaban contra los dineros públicos en trámites ante el Ministerio de Agricultura. Alimentada por el amor hacia su pareja, no se daba cuenta, según sus manifestaciones a la prensa y a la justicia, de que su novio la manipulaba para obtener beneficios propios. Según esa misma confesión, estampó su firma en papeles elaborados por su novio, que ella no leyó, y que la convirtió en solicitante de un auxilio de 306 millones para fomentar la producción agrícola.

Era su novio el agricultor, y no ella. Pero en virtud de una artimaña urdida por Juan Manuel Dávila y su familia, el predio Campo Grande, que tenía 1.242 hectáreas, fue fraccionado en varias fincas para recibir por cada una subsidios entre 300 y 400 millones, en lugar de recibir una sola cifra por el total de la propiedad. Este es el hecho que compromete a Valerie Domínguez al aparecer gestionando como agricultora (sin serlo) el subsidio fijado por el ministerio. Dice que ella firmó los papeles que le envió su novio con un intermediario, sin saber el alcance de esa firma.

Cuando estalló el escándalo, se abstuvo de recibir  los 306 millones que había solicitado. Pero la Fiscalía la inculpa por el intento de acto doloso que estuvo a punto de perpetrarse contra el Estado. Es aquí donde se le complica la vida a la hoy exitosa empresaria.

Este ruidoso episodio deja un fondo moral para las ingenuas reinas de belleza que cierran los ojos ante la gravedad de ciertas acciones. En gracia de la duda, puede pensarse que Valerie Domínguez fue engañada en su buena fe.  Pero le costará trabajo demostrarlo. Como ironía, ella se desempeñó como actriz en la serie “Los caballeros las prefieren brutas”. Ojalá la justicia sea sabia para establecer la verdad.

El Espectador, Bogotá, 8-VI-2011.
Eje 21, Manizales, 9-VI-2011.
La Crónica del Quindío, Armenia, 11-VI-2011.

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Comentarios:

Lo de Valerie y demás corruptos de la lista se resume en una sola palabra: ambición, pura y simple ambición. Por eso está Colombia como está, y seguirá quién sabe por cuántas décadas más. Pregunta simple: ¿habrá cárcel para tanto hampón? Luis Quijano, Houston (Estados Unidos).

Queda la duda que esa muchacha tan avispada y ejecutiva se haya dejado meter semejante gol sin percatarse; es triste aceptar que los colombianos nos hemos vuelto muy desconfiados, y con razón, por lo que siempre dudamos de esos testimonios tan emotivos y publicitados. Basta recordar aquel alcalde de Cali que lloraba ante las cámaras de televisión como una magdalena, ofendido porque lo acusaban de malos manejos, y que tiempo después demostraron que era un mafioso de campanillas. ¡En qué país vivimos! Pablo Mejía Arango, Manizales.

El regreso de los desplazados

sábado, 11 de febrero de 2012 Comments off

Por: Gustavo Páez Escobar

Si la ley de víctimas y restitución de tierras que acaba de aprobar el Congreso consiguiera en dos o tres años el retorno a sus predios de siquiera la mitad de los desplazados del país, se habría dado el paso más trascendental en materia social de toda la historia.

Colombia es el país que tiene la mayor cantidad de desplazados en el mundo. No hay certeza sobre cuál es el número de víctimas que, hostigadas por la guerrilla y  los traficantes de tierras, han tenido que abandonar sus propiedades rurales para huir a los centros urbanos. De acuerdo con registros del Gobierno, esta cifra es de tres millones, pero según Codhes (Consultoría para los Derechos Humanos) llega  a cinco millones.

En ambos casos, la cifra es alarmante. Al paso de los años, y debido a la ausencia de políticas efectivas en este terreno, el problema se ha agudizado de manera catastrófica. La alta población de seres despojados de sus tierras y sometidos a toda clase de suplicios, y que han creado en las ciudades verdaderos cinturones de miseria, representa una vergüenza para Colombia ante el mundo entero.

Siempre que se ha pretendido buscar alivio y reparación para estos colombianos en desgracia, los obstáculos que se presentan son de tal magnitud, que el mal se ha dejado avanzar. El solo aspecto económico es tan gigantesco, que ningún gobierno ha querido encararlo. En los enunciados expuestos por Santos en su campaña presidencial, le dispensó especial atención a esta encrucijada y ofreció medidas audaces para intentar soluciones de fondo.

Como buen financista, sabe que el regreso de los desplazados a sus parcelas significaría el incremento de la producción agrícola. El florecimiento de los campos ayudaría a mover una de sus locomotoras. Estrategia de doble filo: no solo remediaría la suerte de los miles de compatriotas sacrificados por la violencia, sino que le daría un revolcón a la agricultura, con indudable beneficio financiero para el país.

Contando con el respaldo de las fuerzas parlamentarias, pudo estructurarse uno de los mecanismos mejor ideados para acometer semejante empresa. La ley aprobada establece resortes que se anuncian eficaces para que los campesinos despojados de sus tierras obtengan su restitución o reparación en trámites cortos y efectivos, y puedan volver a laborar sus cosechas y vivir con tranquilidad.

Se habla de seis millones de hectáreas que deben ser recuperadas: dos millones usurpadas por los violentos, y los cuatro millones restantes abandonadas debido a  la presencia de la guerrilla. ¿Cuánto dinero se necesita para que el plan tenga cabal realización? Nadie ha podido establecer una cifra aproximada, pero se sabe que es astronómica. Acaso 60 u 80 billones, según algún cálculo aventurado. Como el plazo para la ejecución es de diez años, puede pensarse que el manejo se vuelve flexible.

La ciencia de esta medida consiste en taponar los vericuetos de la trampa y la defraudación para que las artimañas que han de tender los avivatos de siempre sean reprimidas con acciones severas, y los beneficios lleguen a las auténticas víctimas de esta desgracia nacional. El ejército de testaferros y abogados que ya hizo de las suyas en el caos actual de las tierras, afina ahora sus tentáculos para pescar en río revuelto.

Pero el presidente Santos está dispuesto a no dejarse ganar la partida. En manos suyas y de los organismos de control está demostrar que, si el camino es tortuoso, existen las claves para conjurar los peligros. Las dificultades son múltiples. Lo más importante ahora es haber dado este paso histórico que los presidentes anteriores rehusaron por complejo y desgastador.

El Espectador, Bogotá, 1-VI-2011.
Eje 21, Manizales, 2-VI-2011.
La Crónica del Quindío, Armenia, 4-VI-2011.

El infierno del violador

sábado, 11 de febrero de 2012 Comments off

Por: Gustavo Páez Escobar

En las altas esferas de París se sabía que Dominique Strauss-Kahn, director del Fondo Monetario Internacional, era un desenfrenado seductor de mujeres. Un enfermo sexual. Cuando el presidente Sarkozy conoció la noticia de su arresto en Nueva York con la acusación de haber abusado de la camarera del hotel donde se hospedaba, exclamó: “Yo se lo advertí”.

Antiguos exalumnos cuentan que Strauss-Kahn poseía un verdadero poder de seducción ante el grupo de sus compañeras de estudios. Con motivo del escándalo actual, han salido a colación sus enredos con la periodista y escritora francesa Tristane Banon, de 31 años, que manifiesta que intentó violarla en el 2002. Tan bien lo conoce, que lo califica como “un chimpancé en celo”. En el 2008, Strauss-Kahn tuvo un escándalo similar con la economista Piroska Nagy, empleada del FMI en África.

Siempre que él llegaba a Nueva York llamaba a la empresaria del sexo Kristin Davis, conocida como la ‘madame’ de Manhattan, para contratar los servicios de prostitutas de lujo, a quienes “solía pagar 2.400 dólares por una sesión de dos horas”. Una de esas chicas revela hoy que se trataba de un hombre rudo y agresivo, que parecía siempre enfadado. En París, la inclinación del alto ejecutivo por las mujeres era un secreto a voces. Un donjuán insaciable, que venía trastornado por esa aberración desde su juventud. Falta saber si alguien de su círculo social o familiar, incluido el presidente Sarkozy, le aconsejó alguna vez que se sometiera a un tratamiento siquiátrico.

El hecho de estar casado por tercera vez, a sus 62 años de edad, pone de manifiesto inestabilidad emocional. Su esposa actual, la periodista francesa Anne Sinclair, ha mantenido una actitud prudente, y puede pensarse que ella es la mayor lesionada en estos episodios borrascosos. Por lo pronto, la detención de su marido en Nueva York le trae gran incomodidad. Casi vergüenza pública.

Situado en los altos niveles del poder y de la situación económica, el brillante director del FMI se solazaba con los placeres que le dispensaba su buena estrella. Entregado a la buena vida, no reparaba en medios para satisfacer sus extravagancias sexuales. Todo pretendía comprarlo con el dinero y la fama. Incurría en los mayores exabruptos y cada vez cometía mayores torpezas. Como nada le sucedía en esta serie de atropellos, seguía adelante.

Hasta que se tropezó con la severa ley norteamericana que puede decretarle prisión superior a veinte años si se comprueban los varios delitos que se le imputan en el caso de la camarera: intento de violación, sexo criminal y abuso sexual, tocamiento a la fuerza y retención ilegal. Su implacable apetito sexual, que algún siquiatra ha debido moderarle si él hubiera buscado la cura, se convirtió en su talón de Aquiles. Sharon O’Hara, experta en patología sexual, dice que esta debilidad aumenta con el poder y se vuelve característica sicópata. La mente así alterada piensa para sus adentros: “se hace lo que quiero, cuando quiero, porque soy muy poderoso”.

Strauss-Khan, dos veces ministro y que llevaba las de ganar como posible sucesor de Sarkozy, era uno de los hombres más influyentes del mundo. Su desempeño en el FMI no podía ser más brillante. Su imperio se derrumbó en un instante y ahora parece una fiera enjaulada. Se siente desgraciado. El hombre adicto al sexo arruinó su vida al protagonizar la escena escabrosa con la camarera Nafisatu Dialo (hasta ayer un ser anónimo) en el hotel Sofitel de Manhattan.

Este capítulo bochornoso lanza un mensaje moralizador al mundo entero. En Colombia, cada hora son agredidas nueve mujeres en materia sexual. Según encuesta realizada por el Sensor Yanbal 2011, el 76 por ciento de las mujeres que trabajan son víctimas de acoso sexual. Luis Alfredo Garavito, el llamado ‘monstruo de los Andes’, abusó de 168 menores de edad y luego los asesinó. Condenado a 40 años de cárcel, hay peligro de que salga libre en pocos años. En cambio, en Estados Unidos un violador en serie es castigado con 200 o más años de prisión.

Está sobre el tapete la propuesta de la senadora Gilma Jiménez para que los violadores  sean condenados a cadena perpetua.

El Espectador, Bogotá, 25-V-2011.
Eje 21, Manizales, 27-V-2011.
La Crónica del Quindío, Armenia, 28-V-2011.