Repertorio Boyacense
Por: Gustavo Páez Escobar
Con el número 332, que acaba de entrar en circulación, la revista Repertorio Boyacense, órgano oficial de la Academia Boyacense de Historia, llega a sus 84 años de vida. Fue fundada en 1912 por el canónigo Cayo Leonidas Peñuela, hijo esclarecido de Soatá y una de las personalidades más sobresalientes del departamento. Hoy la dirige el profesor universitario Pedro Gustavo Huertas Ramírez, vicepresidente de la entidad, quien en esta ocasión presenta un selecto material a lo largo de las 360 páginas que componen la edición.
En ella se rinde, en la pluma de varios escritores, tributo al municipio de Soatá en sus 450 años de vida EL canónigo Peñuela, que fue presidente de la Academia Boyacense y fundador del Repertorio, como antes se dijo, recibe justa distinción, en la carátula de la revista, con motivo de la efemérides de su patria chica, de la que era párroco cuando le sobrevino la muerte en 1946.
Hechos memorables para la vida cultural de Boyacá y del país se registran en este número del Repertorio Boyacense. Tres ilustres coterráneos fallecidos en los últimos meses, los historiadores Gabriel Camargo Pérez (expresidente de la academia) y Ernesto Reyes Sarmiento (sacerdote escritor), y el fundador de Radio Sutatenza –obra de reconocida labor social–, monseñor José Joaquín Salcedo, dejan en estas páginas sus rastros humanos bajo la evocación de connotados escritores.
Pedro Gustavo Huertas Ramírez, aparte de comentar los 90 años de la Academia Boyacense celebrados en abril del 1995, ofrece un documentado estudio sobre los indios teguas, la desaparecida comunidad aborigen que hace varios siglos moró en Campohermoso, tierra nativa del historiador, y que él, tras largos años de investigación, rescata en el libro titulado Guerreros, beldades y curanderos. El enigma de los indios teguas (1995).
Una indígena teguana de extraordinaria belleza, conocida como la Cardeñosa –tan célebre y querida para los boyacenses como la india Catalina para los cartageneros– emerge del estudio de Pedro Gustavo Huertas como una deidad del pasado. Para fray Pedro Simón, esta excepcional exponente de la mujer teguana era «una india tan hermosa, modesta y grave, que podía competir con la española más adornada de estas prendas». El obispo y escritor Lucas Fernández de Piedrahíta la presenta como «una india que en cualquier parte del mundo pudiera señalarse en hermosura». Hoy, el historiador Javier Ocampo López propone que sea ella un símbolo del pueblo boyacense.
Mercedes Medina de Pacheco, con su fantástica imaginación para recrear el mundo infantil, presenta en la revista su último libro: El duende de la petaca.
El exmagistrado y poeta Homero Villamil Peralta (que entregará en los próximos días su libro Mi canta por Boyacá) hace una aclaración sobre el autor de la letra de la Guabina chiquinquireña.
En fin, la revista es un sustancioso diálogo boyacense que ofrece, con variados enfoques, interesantes temas sobre la cultura y la historia.
La Crónica del Quindío, Armenia, 17-IX-1996