El escritor quindiano
Salpicón
Por: Gustavo Páez Escobar
En días pasados se realizó en Armenia, bajo la coordinación de la Corporación de Fomento y Turismo municipal, el primer encuentro de escritores nacionales, al que se le bautizó con el nombre de Poporo Quimbaya.
Fueron invitados 14 escritores, algunos muy renombrados en el país, pero varios de ellos no asistieron. Los que concurrieron a la cita fueron objeto de cordial hospitalidad y tuvieron la ocasión de apreciar los rasgos atractivos de esta ciudad con gran vocación turística.
De esta manera la oficina organizadora cumplió una de sus funciones básicas, y además facilitó el diálogo provechoso de la juventud estudiosa con los escritores asistentes. Me extrañó la ausencia de los escritores del Quindío.
Cuando lo lógico es pensar que eran estos los anfitriones, no los vi figurar en las noticias con que se anunció el evento, ni los hallé luego en las fotografías publicadas. Esto da pie para pensar en dos cosas: o que no fueron invitados, o que no se dejaron invitar. De todas maneras brillaron por su ausencia, por lo menos hasta donde he logrado captar la noticia.
Sea lo que fuere, la literatura quindiana es un hecho cierto en el panorama del país. Ha tenido el Quindío, y tiene, figuras sobresalientes en los diferentes campos del arte. En el cuento (y hablemos de la escuela de maestros que surgió a comienzos del siglo con el liderazgo de Eduardo Arias Suárez), los escritores de entonces pusieron muy en alto el nombre de la comarca.
No sé si en la reunión se mencionó la obra de este precursor de la cuentística regional, hoy olvidado en su propia tierra, como que no volvieron a editarse sus libros ni existe un monumento que recuerde su memoria. Con él, varios escritores de su generación han quedado sepultados en la amnesia de los nuevos tiempos.
El nombre de Luis Vidales ocupa sitio destacado en la poesía. Me dicen que sus cenizas fueron llevadas al Quindío y han recibido los honores que merecen. Entre las personas vivas hay que exaltar a Camelina Soto, gloria de la poesía regional, con resonancia internacional. Me gustaría saber que ella estuvo alternando con los ilustres huéspedes de la ciudad, a quienes les sobraron elogios en los comentarios de prensa.
En cambio, no vi ninguna referencia sobre los escritores regionales, y sería interesante conocer qué sucedió con el producto de la tierra anfitriona en este encuentro cultural.
La Crónica del Quindío, Armenia, 8-IV-1992
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Comentario:
Respecto a su comentario sobre el reciente foro de escritores, le manifiesto que ningún escritor quindiano fue invitado, de ahí nuestra ausencia. Jesús Arango Cano, Armenia.