Eso es democracia
Por: Gustavo Páez Escobar
No conozco personalmente a Alba Stella Buitrago Pérez, la nueva alcaldesa de Armenia, pero he oído hablar de ella. Cuando yo residía en el Quindío se mencionaba su nombre como una inquieta líder popular que por aquella época hacía sus iniciales incursiones en la política.
Ausente yo del departamento desde hace ocho años, mis nexos con la región a través de los amigos y la lectura de periódicos –hoy sobre todo de La Crónica– me han permitido seguirles el rastro a las noticias locales. Y volvió a aparecer el nombre de Alba Stella, ahora como aguerrida aspirante al cargo de alcaldesa de la capital.
En mi condición dé observador independiente del proceso electoral, me enteré de las opiniones y los enfrentamientos que se cruzaron alrededor de las dos damas en competencia. El fragor de la contienda hizo arreciar el encono de los ataques, tanto por parte de ellas mismas como de destacados voceros de la comunidad.
Finalmente, Alba Stella fue la triunfadora. Su ventaja sobre la otra candidata es significativa, y esto señala su éxito indudable. Cuando leí el reportaje que dos días antes de las elecciones le hizo Rubiela Tapazco Arenas, intuí que iba a ser la ganadora. La vi segura de sí misma y convencida de su causa democrática. Tiene claridad en los enfoques, y esto, sumado a su propósito de romper viejos esquemas de la política regional, sin duda la condujo al triunfo.
Eso es democracia. Habrá quienes no miran con buenos ojos su llegada a la alcaldía, por no vivir, como ella dice, entre «cocteles y clubes caros». Creo que es bueno ensayar un nuevo estilo de administración municipal. Si nadie posee fórmulas mágicas para acertar, ¿por qué no confiar en que Alba Stella sea una buena carta para el progreso de la ciudad?
Todos deben apoyarla, ya que su título de alcaldesa fue obtenido en franca lid. El resultado es consecuencia de la constancia y la lucha decidida, los mayores ingredientes del éxito.
Si la nueva alcaldesa, tras el enfriamiento de las pasiones electorales, escoge a los mejores para gobernar, y lo hace sin triunfalismo ni venganza, Armenia será otra ganadora.
La Crónica del Quindío, Armenia, 13-III-1992.