Homenaje al Cauca
Salpicón
Por: Gustavo Páez Escobar
Con el sello de Villegas Editores se acaba de entregar al público un precioso libro de 176 páginas de tamaño extenso, ilustrado con más de 150 fotografías a todo color, como homenaje a la tierra caucana. Efectuó la impresión la Litografía Arco, firma que en asocio de Villegas Editores viene realizando, para orgullo de Colombia, maravillosas ediciones plenas de arte y colorido, envidiadas por otros países. El libro fue patrocinado por el Senado de la República, bajo la presidencia del doctor Aurelio Iragorri Hormaza, quien anota en las palabras de presentación: «Popayán y el Cauca, a través de la Historia Patria, han permanecido siempre erguidos e inalterables en su misión de amar, comprender, servir y dar gloria a Colombia».
Tres textos escritos por intelectuales caucanos –Gustavo Wilches Cháux, Diego Castrillón Arboleda y Julio Arboleda Valencia– sirven de fondo para este recorrido por una de las regiones más preciadas de la patria, tanto por su pasado histórico y cultural como por su soberbia geografía. Los autores de los textos abordan los siguientes temas: Breve historia natural del Cauca, Trazo etnohistórico del Cauca y Perfil cultural del Cauca, ensayos que dibujan, con el aporte del material fotográfico, los rasgos más sobresalientes de este pueblo forjador de grandeza.
El Cauca, con sus poblaciones legendarias cargadas de historia (como Popayán, Almaguer, Cajibío, Silvia, Santander de Quilichao, Caloto), es relicario de las tradiciones, la religiosidad y las letras. Ha sabido mantener sus virtudes a pesar de la disolución moral que hoy campea en el país, y en lucha contra los grupos subversivos que en los últimos tiempos perturban la paz de la región.
Es territorio castigado por la adversidad, unas veces por las fuerzas de la naturaleza y otras por los problemas sociales. El Cauca necesita mayor atención, y ojalá este libro se convierta en motivo para que el Gobierno mire más hacia la tierra lejana y le dispense superior tratamiento.
Ha dado a Colombia 13 presidentes, además de una brillante nómina de sabios, guerreros, escritores y artistas. Por las calles de Popayán se escucha todavía la voz de su poeta mayor, el maestro Guillermo Valencia, cuyo mensaje épico parece que retumbara en los picos más altos de los Andes. Privilegiada tierra que cuenta entre sus hijos ilustres a escritores de la categoría de Guillermo Valencia, Rafael Maya, Julio Arboleda, Gerardo Valencia, Carlos López Narváez, Helcías Martán Góngora.
Popayán, ciudad letrada que conserva el espíritu de los viejos pueblos de Castilla, ostenta la diadema de su noble estirpe y de su pasado glorioso. Se muestra orgullosa en medio de la incomprensión y los infortunios, por haber derrotado con temple espartano la furia de los terremotos. Humboldt dijo que en Popayán había escuchado «el trueno más majestuoso que jamás se ha oído».
El Espectador, Bogotá, 12-XII-1991