Mi Thesaurus 1988
Salpicón
Por: Gustavo Páez Escobar
Mike Forero Nougués nos ofrece, en las postrimerías del año, una colección de frases tomadas de escritores de la prensa nacional. Son ellas un termómetro del acontecer colombiano a lo largo del año. Definidoras algunas de hechos especiales; otras, joyas del ingenio o la filosofía. Salpicón también revolvió sus archivos y repasó su año periodístico. Y no lo hizo por vanidad sino por ejercicio mental, como homenaje a sus lectores, para quienes augura mejores días en 1989.
He aquí su propio Thesaurus (siguiendo el buen ejemplo de Mike):
* La tarjeta de Navidad más visible es la que no me llega. La que esperaba pero no fue puesta al correo. Año por año alguien se cuelga en la amistad.
* Una de las reglas del éxito es perseverar. La vida no se concibe sin resistencia. El triunfo lleva implícito el esfuerzo.
* ¿Quién adelantará una real campaña contra el abuso del pito? El mal genio de los bogotanos tiene salida impulsiva por este diabólico instrumento que está acabando con los nervios y el sosiego ciudadano. Bogotá es ciudad de sordos y neurasténicos.
* El escritor de días de fiesta difícilmente logrará consolidar una obra y por eso en Colombia, con contadas excepciones, son pocos los que se realizan.
* Lo que estamos presenciando todos los días en nuestro país, ahora que la guerra ha arreciado, es, ni más ni menos, la radiografía de la fiera. No pasa día sin que los periódicos amanezcan con olor a muerto.
* Germán Pardo García, el poeta del cosmos, que ya es patrimonio de la humanidad, sabe que su palabra no concluye en un poema ni en un libro, en una nota de premonición ni de despedida, porque él escribió para todos los tiempos.
* Arenas Betancourt pregona la necesidad de un líder, de un líder capaz de empujarnos hacia nuestro verdadero destino de pueblo civilizado, que perdimos hace mucho tiempo. La ausencia de ese líder es la que nos mantiene en nebulosas.
* Ambos partidos poseen profundas fórmulas de contenido social, que no se aplican dentro de esta reyerta eterna y hasta patológica en que los colombianos se disputan un milímetro de superioridad y se olvidan de la suerte general de la patria.
* Yo no sé si es ilegal la profesión de los Chepitos. De lo que sí estoy seguro es de que no se acabarán por más que se les persiga y enchiquere. Mientras haya deudores resbalosos como las culebras, habrá Chepitos.
* El alcalde se acuerda de su ofrecimiento electoral de detener las alzas. Y la gente protesta por las tarifas crecientes en agua, luz y teléfono… El alcalde se rasca la cabeza.
* No puede ser deseable la igualdad de los sexos porque con ella no habría placeres ni prolongación de la raza. Por consiguiente, no debe ser bandera femenina. Con igualdad de sexos, algo muy aburrido, la primera perdedora sería la mujer.
* A la Virgen, de tanto engalanarla de joyas, ya no la dejan respirar. Los símbolos de la fe viven rutilantes de pedrerías y espejismos. Entre tanto, legiones de menesterosos mueren de hambre, con el bolsillo vacío.
* ¿Por qué se matan los colombianos? Es otra pregunta sin respuesta. Lo único cierto es que nos correspondió vivir en una sociedad de odios.
* Me duele que la pobre y deslumbrante mujer (ambas cosas unidas son posibles en el hechizo femenino) carezca de casa. Cuando no se tiene techo, tampoco se tiene lecho. Tal vez doña Inés de Hinojosa, que tanto lo disfrutó, se lo llevó para la otra vida.
* Pasará la hora de terror y un día, ya victoriosos de la insania, tendremos que hacer el inventario de los héroes para reconocer que fueron ellos los que nos devolvieron esta patria grande que ahora gime entre sollozos.
* Otto Morales Benítez, uno de los pioneros de la cultura nacional, resalta las virtudes de quien, infatigable en su actividad literaria y en su dedicación a Colombia, da ejemplo de patriotismo y de escritor insigne.
* Dice Horacio Gómez Aristizábal que “la verdad profunda es que si Colombia es en lo político un país unitario, en la realidad es una definida federación de repúblicas».
* Otro hecho ponderable de la Universidad Central: la edición de Crepúsculo, libro poético de Laura Victoria, con el que nuestra esclarecida lírica, ausente del país desde hace 48 años, regresará a su patria en los comienzos de 1989.
El Espectador, Bogotá, 4-I-1989.
* * *
Comentarios:
Felicítolo por el resumen de sus profundas frases en Thesaurus 1988. Jorge Marel, Sincelejo.
Me complace registrar el retorno a la Patria de la insigne escritora Laura Victoria, después de 48 años de ausencia. He leído con atención su entrevista a Pardo García, en la revista de la Universidad Central. ¡Excelente! Yo también preparo una parte de las larguísimas conversaciones que sostuve con él, en muchos encuentros, durante un mes que permanecí en Ciudad de México. Lamento no haberle visto a usted allí. Usted salía y yo llegaba. Me interesó mucho explorar las relaciones del poeta con la ciencia y sobre todo con la física. Conserva espléndida memoria, rodeado de soledad y sin libros a la mano. Su mundo es en verdad extraño y un tanto insólito. Carlos Enrique Ruiz, Revista Manizales.