Catorce mil vehículos
Por: Gustavo Páez Escobar
Los registros municipales indican que Armenia tiene 5.000 vehículos. La verdad, con todo, es bien diferente. La ciudad que crece a uno de los ritmos más acelerados del país, sin la necesaria planeación. Cuando no se calcula bien el porvenir, los problemas se desbordan y frenan el ritmo que, de otra manera, sería manejable.
La ciudad tiene alrededor de 14.000 vehículos en circulación, o sea que la mayoría no paga aquí sus impuestos. Respetable planta automotora que se desplaza atropelladamente por nuestras calles, creando grandes nudos y deteriorando las vías.
Cuando todo el sistema de transporte debe movilizarse por las calles céntricas a falta de variantes que permitan agilizar la circulación, las dificultades aumentan en forma desproporcionada. Bien se nota que por más empeños que se han desplegado para corregir el caos del transporte las soluciones son inadecuadas.
La reparación de vías no se acomete con la efectividad necesaria para mantener la ciudad en buena presentación. A más de que el municipio registra un déficit crecido a raíz del crónico desequilibrio entre los ingresos y los egresos, acusa descuido en analizar ciertas tendencias, como las del transporte.
Hace mucho tiempo que Armenia dejó de ser la ciudad de 5.000 vehículos. Buena parte del equipo rodante está matriculado en otras poblaciones, con sacrificio de nuestras rentas municipales. Existe, por lo tanto, evasión de impuestos.
A esto hay que buscarle explicación. Parece que muchos propietarios matriculan sus vehículos en lugares próximos ante las dificultades que se encuentran aquí en las dependencias de Circulación y Tránsito.
El exceso de requisitos, la lentitud en los trámites, la poca amabilidad del personal son circunstancias que vale la pena revisar para saber si el público prefiere otros sitios donde se le atiende mejor.
Los 14.000 vehículos que ruedan por nuestras calles son demostración inequívoca de una ciudad en pleno crecimiento. El problema sería menor si la ciudad contara con periferias suficientes. La preferencia que los ciudadanos tienen hacia otros sitios donde ponen menos trabas y ganan más señala que aquí sucede algo anormal.
Satanás, Armenia, 27-VIII-1977.