¡Bienvenidos, Compañía de Empaques!
Por: Gustavo Páez Escobar
La Compañía de Empaques, cuya sede principal está ubicada en Medellín y cuenta con 31 agentes en las principales ciudades del país, ha escogido a Armenia como sitio para su convención anual. A partir del 25 de este mes se encuentra entre nosotros cerca de un centenar de directivos y agentes, intercambiando pontos de vista sobre las políticas de esta importante firma.
La ciudad de Armenia, que en los últimos tiempos ha sido escenario de importantes acontecimientos, se siente orgullosa de contar como huéspedes a estos pioneros de la industria antioqueña que vienen contribuyendo al progreso del país.
Las amplias instalaciones que posee la compañía en Medellín se convierten en punto de referencia sobre el avance de una ciudad de eminente vocación industrial. Con verdadera sorpresa veníamos presenciando el desborde de fuerzas extremistas que tenían como propósito amedrentar a la clase empresarial de la Montaña a través de secuestros y otros actos de piratería, para frenar el impulso de una ciudad que se destaca por su sentido patriótico y que aporta a la economía nacional el contingente de su fuerza creadora.
El paisa, elemento vigilante de su heredad y que no se asusta ante el peligro, supo reaccionar contra los enemigos de la sociedad y se enfrentó a tales empeños disociadores. Fueron los industriales, sobre todo, los que se pusieron de pie como un solo hombre para repeler el ataque.
Resulta confortante ver que a solo pocos meses de dominada la revuelta, la Compañía de Empaques se desplaza con todo su equipo humano a deliberar sobre sus propósitos industriales. Es una manera de decirle al país que mientras haya hombres de empresa no hay que temerle al futuro. Y es un acierto de sus directivos el haber escogido a Armenia como sede de su tertulia anual.
La Compañía de Empaques es una asociada del cafetero, y llegar en pleno a esta tierra que engrandece la economía nacional con sus abundantes cosechas, significa, al propio tiempo que una distinción, un mensaje de confraternidad.
Los productos que procesa la Compañía de Empaques están dirigidos casi en su totalidad al desarrollo agrícola. Son múltiples los servicios que prestan al agricultor los elementos de trabajo que salen de la factoría de Medellín: sacos de cabuya, sogas de nylon y de hilo, cabuyas, sogas de polipropileno y una extensa gama de fabricaciones para uso en el agro se entrelazan como una contribución elocuente para que Colombia avance en sus derroteros de país en desarrollo.
Al lado de lo que es el empuje canalizado hacia el campo, el mercado nacional se abastece de otros artículos de consumo doméstico, como tapices y tapetes. Cartonplast, producto patentado por la firma, es una lámina plástica de diversos usos, como la fabricación de cajas para empacar flores, frutas, comestibles y congelados en general, lo mismo que para la protección de mercancías y artefactos eléctricos.
Es afortunada la ocasión para registrar el aporte que en lo cultural dispensa la Compañía al talento colombiano. En formidable edición fue distribuido el Libro de relatos del maestro León de Greiff, impreso por la Litografía Arco en diciembre de 1975.
El Quindío se siente honrado con esta visita. Si de la Montaña nos llegan sacos y cabuyas para proteger y transportar el café, la tierra quindiana entrega el esfuerzo de su pueblo trabajador que sabe aprovechar los adelantos de la técnica. Son voluntades que se hermanan para crear riqueza. Medellín y Armenia se estrechan la mano en este encuentro de progreso, aquella con el aporte de su industria, y Armenia y el Quindío con la feracidad de sus suelos.
De plácemes están los distinguidos anfitriones, Fidel Botero Vallejo, su esposa Nydia Ramírez de Botero y Cecilia de Ortiz, agentes de la Compañía para el Quindío, que sirven de intermediarios de la ciudad para saludar a los ilustres visitantes. Fidel, que además conoce los secretos del campo, adiciona así la faena agrícola con sus servicios a la región por medio de esta representación del mercado antioqueño. Valga esta nota para testimoniar el reconocimiento por la grata visita y expresar al doctor Raúl Velásquez de Villa, presidente de la Compañía, un cálido mensaje de aprecio.
La Patria, Manizales, 26-II-1977.
Satanás, Armenia, 26-II-1977.