La Corporación Financiera Popular
Por: Gustavo Páez Escobar
Entre los instrumentos útiles para el país se cuenta la Corporación Financiera Popular. Su función básica es la de fomentar la pequeña y la mediana industria, y con tal postulado se ha convertido en poderoso motor de la economía colombiana. Sus directores, conscientes de su misión y compenetrados de la necesidad de elevar el medio de vida del pueblo, han hecho de este instituto un mecanismo ágil y eficaz.
Todas las instituciones tienen, por fuerza, que superar no pocos escollos antes de definir su imagen ante el público. La Corporación Financiera Popular, que se proyectó para cumplir una vasta labor en el desarrollo industrial del país, tuvo que sortear naturales contingencias tanto de tipo operativo como económico para llegar a convertirse, como lo es, en abanderada de las inquietudes de esa inmensa población de pequeños y medianos productores que no contaban ni con recursos crediticios ni con estímulos para desplegar sus iniciativas.
La entidad fue ensayando sistemas, corrigiendo errores, simplificando formularios, adiestrando a sus colaboradores, aprovechando las capacidades de estos y apoyándose en la experiencia para estructurar mejores planes. Se criticó en sus comienzos, y vaya esto como ejemplo, la complejidad de los formularios, ideados con tal abundancia de renglones, trabas y pormenores, que los peticionarios, generalmente personas ajenas a complicaciones, desistían, solo comenzando, de llevar a término los pasos de la operación. Hoy no solo están diseñados formatos fáciles, sino que se cuenta con funcionarios que ayudan al solicitante y le brindan, sin costo alguno, la asesoría necesaria para el acopio de los datos y el diagnóstico de la real necesidad crediticia.
Estos asesores visitan al industrial en su factoría o en su incipiente taller, revisan el proceso de la industria, examinan sus necesidades y orientan el plan indicado. Bien es sabido que el crédito inadecuado, lejos de traer beneficios, creará traumatismos. La Corporación Financiera Popular es una consejera, una amiga del industrial. Su labor no solo es de crédito, sino también didáctica.
En esta forma se ejecuta una saludable política de beneficio social. El país requiere un vigoroso incremento industrial. Lo está buscando. La Corporación, cada día más especializada, lleva su radio de acción a todos los rincones del país; fomenta, con crédito cómodo, la vida de las industrias existentes; estimula la creación de otras; genera empleo e impulsa el progreso de la nación.
Es sano registrar hechos reales. Lamentablemente muchos ejecutivos son más dados a la palabrería, a las declaraciones ostentosas, al incensario, que a las obras tangibles. Hay mucha farsa en anuncios demagógicos, en planes ficticios, en propósitos imposibles, y pocos hechos realmente elocuentes.
El doctor Guillermo Galán Correa, gerente general de la Corporación, y su equipo de colaboradores tanto en la directiva central como en las regionales conforman un grupo dinámico, bien estructurado y con claro sentido de servidores de la comunidad. No todas las entidades tienen la misma preocupación por ordenar esta clase de engranajes, crear mística en sus funcionarios y demostrar eficiencia en el servicio, y bien está que se destaquen méritos que deben servir de ejemplo para imitar.
La Patria, Manizales, 26-VII-1976.
Satanás, Armenia, 22-X-1976.
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Comentario:
Deseo agradecerle de manera especial la atención que dedicó a la Corporación en su columna de La Patria. Considero que sus comentarios sobre la entidad además de alentadores son de gran utilidad para el desarrollo de la labor en que nos encontramos empeñados. Guillermo Galán Correa, gerente general.