Adelaida
Por Gustavo Páez Escobar
Desde hace 33 años supe que Helena Araújo se proponía escribir una novela andrógina. Esto lo leí en el reportaje que Ignacio Ramírez le hizo en Lausana, Suiza, donde ella residía desde 1971, y que él publicó en su libro Hombres de palabra (1989). Se da el nombre de andrógino a quien reúne los dos sexos. La escritora amplía el concepto: “El ánima es tu ser femenino, el ánimus, tu ser masculino. Santa Teresa, con esa virilidad que llevaba adentro, no hubiera podido escribir como lo hizo si no tuviera elementos andróginos. Y hay hombres de la nueva generación que, a su vez, están encontrando una salida para su femineidad”.
Esta novela póstuma fue editada por la Universidad Nacional en 2021, y se titula Adelaida: 1848. Se cree que gastó 10 años en escribirla. Helena nació en Bogotá el 20 de enero de 1934 y murió en Lausana el 2 de febrero de 2015, a la edad de 81 años. En aquella ciudad vivía desde 1971. Nunca regresó a Colombia. El exilio voluntario de 44 años se lo impuso a raíz de su separación matrimonial a finales de la década de los 60, hecho que desencadenó agudo conflicto familiar. A esto se suma el ambiente mezquino de la época, cuando la mujer carecía de identidad e importancia social.
Se rebeló contra las costumbres patriarcales y pacatas y rompió con su familia después de que la internaron en un manicomio en España, según lo revela Alberto Donadío en Semana de enero pasado. ¡Horror! Me es imposible entender semejante atrocidad. Por aquellos días ya había muerto su padre, Alfonso Araújo, eminente político, ministro y embajador, por quien su hija sentía gran admiración. Él no hubiera permitido ese acto.
Helena dejó de llevar el apellido de su madre (Ortiz): siempre se le conoció como Helena Araújo. Sáquense conclusiones. El sentimiento contra su propia clase social se refleja, sobre todo, en sus obras narrativas Fiesta en Teusaquillo, Las cuitas de Carlota, Esposa fugada y otros cuentos viajeros, y Adelaida: 1848. Además, es autora de numerosos ensayos en los campos literario y académico.
Radicada en Suiza, venció todas las barreras. Educó a sus 4 hijas y adquirió prestigio como escritora, conferencista, crítica literaria y profesora universitaria. Dueña de sólida formación en planteles de Colombia y Estados Unidos, salió adelante en las batallas de la vida. Sobresalió como gran abanderada de las causas femeninas.
Entablé correspondencia con Helena en 1990. Sentí mucha admiración por su carácter, su valentía, sus libros, su sentido humano y su espíritu social. Le dediqué varias columnas. En la titulada Helena Araújo, la gran ausente (24-II-2015), deploré, con hondo pesar, la noticia de su muerte. Más tarde me enteré de su novela andrógina, que adquirí en la librería de la Universidad Nacional. Ameno texto ambientado en la Nueva Granada y en la Suiza de mediados del siglo XIX, y elaborado con gracia, humor, agilidad y la sensibilidad crítica que caracterizó toda su obra. Adelaida es Helena Araújo.
El Espectador, Bogotá, 26-III-2022.
Eje 21, Manizales, 25-III-2022.
La Crónica del Quindío, Armenia, 27-III-2022.
Comentarios
Soy Nicole, la tercera hija de Helena Araújo. Siempre que alguien escribe sobre mi mamá o una de sus obras me pongo feliz, y me la imagino leyendo el artículo o la reseña con su sonrisa. Alguien que escribe sobre Adelaida me parece todavía más valioso. Una obra póstuma de la cual no se puede conversar con Helena. Yo sí pude, sobre todo en los últimos tres años. Cada mañana de esos veranos le pedía noticias de Adelaida, quien acabó convirtiéndose en un personaje vivo y muy presente. De eso tengo buenísimos recuerdos. Nicole Albrecht Araújo, Lausana, Suiza.
Me pondré en la tarea de ubicar sus obras. Miré por Google y la conocí, una mujer elegante y bonita. Además de escritora, catedrática y crítica literaria. Olvidada en Colombia. Inés Blanco, Bogotá.
Complementé la nota sobre Helena Araújo con las biografías cortas que encontré en la red. Así como la de su padre. Brillante carrera la de la escritora, quien infortunadamente dejó al país durante mucho tiempo. Eduardo Lozano Torres, Bogotá.
La vida de esta escritora es muy interesante: una mujer llena de matices. No le tocó fácil, y el escrito describe la valentía y sus logros tanto en el ámbito familiar como en la literatura. Liliana Páez Silva, Bogotá.