Triunfo literario
Gustavo Páez Escobar
Fernando Soto Aparicio cumple 80 años el próximo 11 de octubre. Su vida ha estado consagrada por completo al oficio de escribir, y sus obras publicadas llegan a 56 volúmenes. En octubre, coincidiendo con su aniversario natal –el que desde ahora celebra esta columna con efusión–, la editorial Panamericana le publicará el tomo 57, titulado El duende de la guarda (poemas dedicados al mundo de los adolescentes).
La producción de Soto Aparicio es desconcertante, por lo prolífica y creativa, hasta el punto de que no resulta fácil seguirles el rastro a todas sus obras. En la pasada feria del libro vieron la luz los títulos No morirá el amor (cuentos) y La amante de Lubina (teatro). Ha incursionado en la mayoría de géneros literarios, aunque en los campos donde más ha sobresalido y puesto su mayor empeño son el lírico y el narrativo. Con La rebelión de las ratas (1960), editada a los 27 años, y que se convertiría en su mayor emblema, se le abrieron las puertas del éxito.
Hace mucho tiempo leí el libro Soto Aparicio o la filosofía en la novela (1981), escrito por Beatriz Espinosa Ramírez luego de investigar durante cuatro años a los escritores más importantes del continente y encontrar que la obra del colombiano era la que mejor expresaba la identidad de los problemas sociales de Latinoamérica. La autora establece un paralelo entre Soto Aparicio y Morris West en cuanto al contenido de sus denuncias, y afirma que si el colombiano “hubiera escrito desde Europa tendría el reconocimiento universal que la crítica ha conferido a Morris West”.
Acaba de producirse un hecho por demás significativo que refrenda la apreciación de Beatriz Espinosa. Este hecho lo constituye la distinción otorgada a Soto Aparicio, el pasado 30 de mayo, al ser el ganador, con el libro De la sombra a la luz (imágenes del secuestro), del premio como “mejor libro político de actualidad”, en la edición número 15 de los Latino Book Awards 2013. El concurso fue organizado por Latino Liberacy Now, Libros Publishing, Universidad de Arizona, Arte Público Press y el Instituto Cervantes de Nueva York.
Se analizaron obras de Portugal, España, Méjico, Estados Unidos y 14 países latinoamericanos. El libro ganador contiene una denuncia contra el secuestro y toma como enfoque, con texto del escritor boyacense, el caso de la congresista Consuelo González de Perdomo, secuestrada por las Farc en septiembre de 2001, y que permaneció siete años en poder del grupo guerrillero. Durante su cautiverio padeció tremendos infortunios, entre ellos la muerte de su esposo. Se trata de uno de los suplicios más despiadados que puedan infligirse al ser humano.
Además, el libro contiene 19 acrílicos de Mario Ayerbe González, oriundo de Pitalito (Huila), quien acredita brillante carrera en los campos de la pintura y la escultura, con exposiciones tanto en Colombia como en varios países de América y Europa. Y fue ejecutado en preciosa edición, que lo convierte en auténtica obra de arte.
Debe destacarse la labor cumplida por el editor, el exmagistrado huilense José Marcelino Triana Perdomo –“un simple enamorado del arte y la literatura”, como él mismo se define con modestia enaltecedora–, que no solo forjó la idea de transmitir, en forma patética y dolorosa, el drama del secuestro como uno de los mayores flagelos de la humanidad, sino que comprometió el arte de quienes podían expresarse con belleza a través de la palabra y de la pintura. A la postre, presentó el libro en Estados Unidos y lo vio coronado de gloria. Además, hay propuestas para traducirlo a varios idiomas.
Soto Aparicio obtiene este triunfo grande con la magia de su pluma maestra, que no ha conocido la fatiga ni el retroceso. Se trata, al mismo tiempo, de un triunfo de sus años laboriosos. De sus años de lucha inquebrantable.
Eje 21, Manizales, 14-VI-2013.
La Crónica del Quindío, Armenia, 15-VI-2013.
Fundación Armonía, Bucaramanga, 18-VI-2013.
Red y Acción, Cali, 23-VI-2013.
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Comentarios:
Soto Aparicio es un autor que admiro altamente. He enviado el artículo a mis amigos españoles. Saludos desde la Tertulia de Gijón. Ramiro Lagos.
Gracias por tan completa crónica de uno de mis escritores más admirados. Qué merecido premio ad portas de sus 80 años. Marta Nalús Feres, Bogotá.
Él, lo sabemos, discreto como el que más, no ha hecho nada diferente que enriquecer las letras colombianas y sin duda que su obra comenzará a darle la vuelta al mundo; merecidísimo galardón; su prosa es sencilla, amena, profunda, con un lenguaje cuidadoso, y penetra en los temas con la armonía de un rayo de luz en la mañana. Su poesía, ni qué decir, es como rasgar un velo sin hacer ruido y descubrir de pronto la palabra exacta para cantar al amor y desnudar el alma. Inés Blanco, Bogotá.
Ambos, Fernando y Gustavo, hacen parte de esas generaciones en las cuales la literatura iba por otros caminos éticos y estéticos. Por otras vías de la información. Lúcidos ambos. Leídos y apreciados, son ejemplo de constancia. De ese trabajo silencioso en una habitación, con el computador al lado o con los cuadernos de apuntes, puliendo una frase, intuyendo nuevos temas, corrigiendo sin prisa para expresar cuanto se agita en el alma, buscando una cita o una referencia para apoyar sus ideas, atentos al devenir, igual que valorando lo pretérito, con los libros como lazarillos. Ambos, y cuantos transitan por generaciones iguales o cercanas, serán siempre dignos representantes de aquella literatura nacional que no se desespera por los aplausos ni busca ansiosa las prebendas editoriales a cualquier precio. Esta columna conmueve por su sentido de la amistad y por su agudeza crítica al evaluar la obra de uno de los mayores novelistas de Colombia y Latinoamérica. Umberto Senegal, Calarcá.
En mi condición de escritor y artista plástico, creyente de la grandeza de la literatura y del pensamiento colombiano, reconociendo también nuestras precariedades literarias y de identidad, pretendiendo un lugar merecido en los escenarios mundiales para nuestras voces creativas, hace dos años me propuse ir a la conquista de un gran logro e iniciamos la tarea de buscar la postulación del nombre y la obra de Fernando Soto Aparicio al Premio Cervantes de Literatura 2014. Hemos avanzado en ese propósito. Para la divulgación mundial de su obra creamos el Grupo Lectores del Mundo con Fernando Soto Aparicio, que se encuentra en la red. Jesús María Stapper Stapper, Bogotá.
Te quería dar las G R A C I A S por lo que hiciste con la información sobre el premio, y con lo que escribiste sobre mí. No tengo palabras para agradecerte. También he recibido los correos de amigos que comentan tu columna. Te cuento que a mediados de julio, la Universidad donde trabajo ha organizado un acto académico con mucha altura, para darme un doctorado honoris causa (el 4o. que recibo). Fernando Soto Aparicio, Bogotá.