Cien años de historia
Gustavo Páez Escobar
Grata sorpresa nos proporciona Luis Carlos Adames, investigador silencioso del periodismo de antaño, lo mismo que de los hechos históricos que giran en derredor, con la publicación del libro que lleva por título Del centenario al bicentenario, al que le agrega la siguiente anotación: Historias de gobiernos, periódicos y periodistas, 1910-2010.
Varios años le demandó al autor la confección de este trabajo minucioso que hoy ve la luz en denso volumen de 518 páginas en gran tamaño, impreso por la Editorial Lealon, de Medellín. Al programa se vinculó la Asociación Nacional de Linotipistas (Andel), de la que es presidente Luis Carlos Adames desde 1997. Andel es una entidad casi centenaria, pues nació en 1923, lo que indica que se trata de un gremio que corre casi parejo con el recorrido de la obra. Es la agrupación gremial más antigua de Colombia.
Adames es uno de los mayores representantes de la linotipia que quedan en el país. Inició su actividad en Cromos y en El Tiempo, y en este último se convirtió en la mano derecha de Calibán en cuanto a la comprensión de sus artículos se refiere, los cuales, escritos en letra menuda e indescifrable, nadie más que Adames era capaz de traducirlos para llevarlos a las páginas del periódico. El asesor de Calibán se había especializado en Sao Paulo, y años después de su labor en El Tiempo pasó a dirigir durante dos décadas la Imprenta del Banco Popular, la que iniciaba la extraordinaria labor que se llevó a cabo con la serie bibliográfica que bajo los auspicios del presidente de la institución, Eduardo Nieto Calderón, tanto beneplácito recibió en el país.
La maestría de Adames fue fundamental para dicho cometido. Él mismo realizó dos grandes ejecuciones dentro de la serie mencionada: las antologías Escritos escogidos de L.E.N.C (5 tomos) y Obra escogida de Alfonso Bonilla Naar (2 tomos). Además, es autor de los siguientes libros: Calibán y la prensa de opinión, Periodistas, violencias y censuras, y Otto, el periodista que negoció la paz.
Luis Carlos Adames sale ahora con la obra gigante a que se refiere esta nota. Esto de reseñar los hechos sobresalientes que han ocurrido en los gobiernos y en el periodismo del país en los últimos cien años es tarea colosal. No es un tratado de historia, sino la relación sucinta de los principales sucesos, con análisis ágiles sobre cada caso y cada persona, y con prescindencia de juicios críticos, pues tal no es el objetivo de la obra.
De lo que se trata es de presentar el curso de los días bajo el liderazgo de los gobernantes y de los protagonistas del periodismo (ramas esenciales en toda democracia, y que deben ser independientes), donde se hace énfasis en los capítulos más notorios que han marcado la historia colombiana en el ciclo referido. Se ofrecen datos biográficos de los personajes y abundante material gráfico, a fin de que el lector se oriente con facilidad y amenidad dentro de este inventario objetivo y bien discernido. Y busque, si lo desea, otras fuentes de estudio, que las hallará sobre todo en obras de estricto orden académico.
“La información genera la opinión”, se anota en las palabras liminares. A pesar de su extensión, la obra se deja leer con interés y agrado. Es una guía, una síntesis, un libro informativo, elaborado a base de textos breves, concisos y definidores. Es esta condición notable en la escritura del autor, y de ella ha hecho gala en sus libros anteriores. Por lo tanto, es obra valiosa para toda clase de lectores, y merece nuestra voz de aplauso.
El Espectador, Bogotá, 9-III-2012.
Eje 21, Manizales, 9-III-2012.
La Crónica del Quindío, Armenia, 10-III-2012.
Revista El Velero, Coempopular, # 21, agosto de 2012.
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Comentario:
Con mucho interés leí la nota sobre el libro que acaba de editar Luis Carlos Adames, y sentí mucha nostalgia pues hace muchos años compré el libro sobre Calibán –a quien leí y admiré mucho– también escrito por Adames. El libro sobre Calibán lo releo de vez en cuando pues jamás pasará de moda. En verdad haces un justo homenaje a un escritor tan talentoso como Adames, que ha pasado desapercibido por el grueso del público, mas nunca ignorado por el gremio de las letras. Luis Quijano, Houston.