Nuevos aires en La Crónica
Por: Gustavo Páez Escobar
Ocho años han corrido desde que un grupo de quindianos, animados por el amor a la tierra, fundaron La Crónica del Quindío. En su creación prevaleció, por encima de intereses políticos o económicos, una idea fundamental: el servicio al Quindío. El periódico ha liderado decididas y valerosa campañas por el progreso regional, haciendo énfasis en los valores propios y atacando la corrupción pública y los desvíos de gobernantes y políticos.
No han sido pocos, por supuesto, los escollos que el diario ha tenido que sortear para mantenerse como atalaya de la opinión pública. Uno de esos obstáculos, común a todos los medios de comunicación y sobre todo a la prensa regional, es el de las cifras. El periódico es una empresa comercial, y como tal debe ser rentable o de lo contrario desaparece.
La Crónica no ha sido ajena a estas vicisitudes, pero la recia voluntad de accionistas y directivos, sumada al espíritu de lucha de los periodistas y del personal de planta, ha permitido la supervivencia.
No puede haber periódico sin lectores. Obvio. Esta es otra de las columnas vertebrales en que se apoya el periodismo. En lo que respecta a La Crónica, es manifiesto el respaldo creciente que le han brindado los habitantes de la región, hasta el punto de que los tirajes son cada vez más amplios y cubren no solo la geografía quindiana sino que llegan a sitios aledaños, e incluso a ciudades distantes, como la capital del país.
Ahora La Crónica, con la asesoría del maestro Vladdo, realiza el rediseño de sus páginas. Nuevos aires se respiran hoy en el periódico. Aires de renovación y vida. La edición número 2.739 del 2 de marzo, remozada y juvenil, marca un nuevo rumbo para estas páginas batalladoras y ágiles, concebidas como nervio sensible de la comunidad quindiana.
Rodrigo Gómez Jaramillo, su director, ha puesto al frente de la empresa su larga trayectoria como líder de la comunidad y ha acaudillado nobles causas por el engrandecimiento de la comarca y la censura de vicios y corrupciones, con alto sentido de independencia y de apoyo a los principios éticos.
Lo acompañan Carlos Alfonso Rodríguez Orozco en la gerencia, joven economista que ha sabido vigorizar las cifras, y Adriana Mercedes Marín en la jefatura de Redacción, persona diestra en las exigencias de su cargo. A esta nómina se suman Vladdo como asesor de diseño y Mauricio Jaramillo como editor gráfico, fuera del personal de periodistas y colaboradores, que pueden ufanarse de su casa periodística y del progreso que ella exhibe para orgullo de la región.
La Crónica, nacida de de un empeño optimista, no ha sido flor de un día. Es periódico respetable, cada vez más pujante, que tiene eco en el país y que está llamado a superiores destinos.
La Crónica del Quindío, Armenia, 21-III-2000