Cancionero mayor del Quindío
Por: Gustavo Páez Escobar
Dos años después de su publicación tengo el gusto de conocer un libro de singular importancia: Cancionero mayor del Quindío. Su autor, Álvaro Pareja Castro, sociólogo e investigador musical, dedicó largos años a la recolección de este patrimonio de la cultura quindiana representado en 2.500 canciones surgidas de sus 12 municipios.
El Quindío es tierra musical y poética, y con ese carácter se ha destacado en el país. Grandes compositores autóctonos, como los Moncada, le han dado realce a la música y hoy acreditan una obra memorable, que es la que rescata el libro de Álvaro Pareja, quien para este propósito contó con la asesoría de Martha Cecilia Valencia Álvarez.
Dos volúmenes sustanciosos, contenidos en cerca de 1.000 páginas, recogen el testimonio del pueblo quindiano que a través del canto ha sabido interpretar el alma de la tierra. Aquí está el folclor regional más auténtico expresado en cuitas, amores y esperanzas, como una afirmación de la vida. Nunca, en este género, se había visto en el Quindío una obra de mayores alcances. Es el legado que se entrega a las nuevas y futuras generaciones como el testimonio de un arte que se cultivó, y se sigue cultivando, para regocijar el espíritu y ennoblecer la existencia
Hay que aplaudir el patrocinio editorial dado por el Comité de Cafeteros del Quindío, sin el que no hubiera sido posible la realización de la obra. Hoy por hoy la mayor empresa difusora de la cultura quindiana es su Comité de Cafeteros, en buena hora dirigido por Óscar Jaramillo García, dinámico ejecutivo que entiende la cultura como parte fundamental del progreso de los pueblos.
En días pasados hablaba yo en Bogotá con Gloria Chávez Vásquez, escritora y periodista quindiana residente en Nueva York, sobre los rasgos más notables que exhibe la región cafetera. Y salió a flote el libro de que se ocupa esta nota, que yo todavía no conocía, y que no dudo en calificar como un logro extraordinario de mis amigos quindianos. Volver sobre el pasado, como lo hace Álvaro Pareja, es la manera de afirmar el futuro.
Otro hecho valioso es el de los índices: cancioneros, discografía, intérpretes, compositores y canciones. Sin ellos, el libro hubiera quedado imperfecto. Conozco otra obra de gran dimensión, la titulada Ayer y hoy en mis canciones (en 860 páginas), de Noel Salazar Giraldo, que abarca todo el país en el campo musical. El libro del Quindío no se queda atrás, y tiene la ventaja de reunir en esta sola región la demostración gigante de un pueblo laborioso y romántico que ríe y llora en canciones perdurables.
La Crónica del Quindío, Armenia, 5-VIII-1997