Feria Internacional del Libro
Salpicón
Por: Gustavo Páez Escobar
Bogotá será sede, por tercera vez, de la Feria Internacional del Libro, suceso que se realizará entre el 27 de abril y el 8 de mayo. Trabajan en su organización la Cámara Colombiana del Libro y la Corporación de Ferias y Exposiciones, entidades que tienen confirmada la participación de más de quince países que ofrecerán al público un variado programa de actividades culturales, como conferencias, mesas redondas, encuentros de escritores, concursos infantiles, recitales, lanzamientos de libros y revistas, presentación de películas y videos.
Bajo el lema «Colombia unida por la literatura», las diferentes regiones del país se harán presentes con exposiciones folclóricas y muestras de sus producciones bibliográficas. Sobre «Mito, Religión y Literatura» –el eje de este encuentro cultural– disertarán escritores colombianos y del exterior, y con esa motivación se repasarán las grandes religiones del mundo, sus fundadores y libros centrales; se examinará la literatura como fuente de enriquecimiento espiritual y guía de los pueblos; y se estudiarán los mitos y dioses que desde tiempos inmemoriales han gobernado la existencia humana.
Se montará una gigantesca exposición editorial de los distintos países participantes, la que permitirá el placer de contemplar los libros y ojalá adquirir los preferidos, si los precios, como se espera, son accesibles al bolsillo común. La feria del libro ha de ser, más que un pasatiempo, acto culturizante para el pueblo como consumidor que es, o debe ser, del mensaje de los escritores. Los organizadores de esta Feria Internacional del Libro se proponen brindar un gran espectáculo a los miles de visitantes que se movilizarán alrededor del personaje central: el libro.
Reviste interés el tema de las religiones, en este preciso momento de descreimiento general. El hombre necesita creer en algo que lo oriente y lo motive. En la vida moderna es escaso el sentido religioso. La moral se encuentra desterrada de los templos y de las conciencias. El individuo contemporáneo vive incierto y carece de principios. Dios ha dejado de ser imán para convertirse en ficción. El alma anda vacía.
Entusiasma que se aproveche este escenario para agitar las causas del hombre. La religión es llama interior que incita al individuo a ser racional. El pensamiento católico, como el judío o el budista (no hay religión mala, sino malos practicantes), ha suscitado grandes episodios de la humanidad. Líderes como Jesús, Mahoma, Buda, Moisés y Confucio fueron figuras fulgurantes que movieron muchedumbres con sus postulados de moralidad y justicia.
El departamento del Quindío, del que soy coordinador en la feria, tiene asignado el 27 de abril para su representación cultural. Con Gloria Patricia Ramírez Cuartas, directora de Cultura, Artesanía y Turismo, hemos elaborado un representativo programa regional que comprende los siguientes actos: Exposición de pinturas y esculturas de cristos, presentada por Pilar Arango y Hernando Mejía; conferencias de Alirio Gallego Valencia, Maribel Carvajal y Bernardo Pareja; lanzamiento del libro La trampa de la locura, de Luis Carlos Restrepo; lanzamientos de la revista Futuro de la Universidad Gran Colombia y del disco Montenegro 100 años; lanzamiento, por la Universidad Central de Bogotá, de la novela Ventisca, de Gustavo Páez Escobar; y presentación musical.
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Los libros se encargan de trasladar una época a otra. De mover ideas y poner a pensar. Son los vehículos por excelencia del pensamiento. Dijo Valery: «Un libro vale por el número y la novedad de los problemas que crea, anima o reanima”.
El Espectador, Bogotá, 16-IV-1990.