Libros de Viejo Caldas
Salpicón
Por: Gustavo Páez Escobar
Los escritores de la zona cafetera me favorecen de continuo con el envío de sus libros. Es tierra en permanente ebullición cultural. Voy a repasar, con la brevedad que impone el espacio periodístico, estos amables correos:
La imagen poética en la obra narrativa de Juan Rulfo, por Eduardo Palacios. Texto documentado a través de vastas lecturas y del seguimiento penetrante del escritor azteca. El autor es experto en la obra rulfiana y aporta con su ensayo enfoques valiosos para el análisis de Rulfo como creador de poesía.
Gilberto Alzate Avendaño, por Bernardo Mejía Rivera. Con ocasión de los 25 años de la muerte de Alzate, de quien Mejía Rivera, exgobernador de Caldas, fue condiscípulo y amigo cercano, sale dentro de la serie de Escritores Caldenses este libro documental que amplía la bibliografía sobre el caudillo tempranamente fallecido.
El pensador de Otraparte, por Gabriel Echeverri González, escritor quindiano. En este esbozo sobre la vida y la obra de Fernando González hay la constancia de quien busca, de tiempo atrás, interpretar las claves del filósofo singular.
Obra poética de Porfirio Barba-Jacob, por Octavio Jaramillo Echeverri. Este estudio crítico fue galardonado por la Academia de la Lengua en 1984. El autor, abogado caldense, es además poeta y orador público y demuestra aquí su versación sobre la obra porfiriana.
Testimonio de la ilusión, por Esperanza Jaramillo de Jaramillo. Publicación del Banco Central Hipotecario (la autora es gerente de la seccional en Calarcá). Esperanza tiene vena poética, transmitida por sus ilustres abuelos, los bardos antioqueños Juan Bautista Jaramillo Meza y Blanca Isaza de Jaramillo. En Testimonio de la ilusión, su segunda salida al público —libro movido por delicada prosa lírica y sentimental—, hace recordar a la poetisa mexicana Rosario Sansores en Rutas de emoción.
II Encuentro de la palabra, Ediciones Ingrumá, Manizales. Magnífico que los activos organizadores de estos foros de la inteligencia, cuya cuarta sesión se realizará este año en Riosucio, recojan en palabras escritas el duelo verbal de los escritores que se dan cita en la tierra de Otto Morales Benítez, quien anota: «En defensa de la provincia debemos librar todos los combates».
Crisis del bipartidismo y mitos del sistema en Colombia, por Nodier Botero Jiménez, escritor quindiano. Profesor universitario. Autor de varios libros sobre crítica literaria. En el presente volumen, de Ediciones Lerner, analiza con profundidad las raíces de nuestros conflictos políticos y entrega valiosa guía para interpretar la realidad colombiana.
El hacedor de luceros, por Euclides Jaramillo Arango. Este maestro del folclor, de sobra conocido por su amenidad y sabiduría literaria, plasma en su último libro (y van 13) el mundo infantil lleno de poesía, de magia, de filosofía elemental. Euclides sabe que divirtiendo a los chicos hace pensar a los grandes.
Cuentos del Quindío, por Gloria Chávez Vásquez. Estudiosa de la literatura latinoamericana y residente hace varios años en los Estados Unidos. Comenzó en 1971 su carrera de narradora en el Magazín Dominical. Después publicó el libro de cuentos Las termitas. Y ahora vienen los Cuentos del Quindío, agradable serie infantil que le hace honor a su vocación.
La siesta de un fauno, por Alberto Londoño Álvarez, editado por la Universidad de Caldas. Ensayista, musicólogo, poeta y profesor universitario. Ya le ha dedicado otros volúmenes al análisis del arte musical y ahora, en La siesta de un fauno —una consonancia de la música y la poesía—, hace un concierto con grandes maestros de la sinfonía universal.
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Semillero deste, como se nota, de cultura regional. La provincia es la cuna de la cultura nacional. En el Viejo Caldas el aroma del café es la literatura. Salpicón se propone recorrer, de manos de los libros que le llegan, otras regiones del país.
El Espectador, Bogotá, 24-IV-1986.