Revista El Niño
Por: Gustavo Páez Escobar
Es difícil encontrar a un agente de Policía que al mismo tiempo dirija una revista. Y resulta sorprendente que esa revista lleve 27 años de existencia. Miguel Lesmes, agente de Protección Infantil adscrito al Departamento de Policía Caldas, se lanzó a la difícil empresa de estrechar su amistad con los niños por medio de una sencilla publicación mensual. Era el año de 1954 y desde entonces la revista aparece sin falta cada mes y circula dentro de amplio círculo de lectores, no sólo de la población infantil, sino también de adultos interesados en recibir el mensaje de los niños.
Miguel Lesmes se retiró de la Policía con el grado de cabo 2° después de 31 años de abnegados servicios. Cuenta hoy con orgullo que desempeñó toda clase de labores y se siente satisfecho de haber sido útil a la institución.
Primero, como policía raso, aprendió a querer la patria. Estuvo en comisiones de orden público en escabrosas regiones dominadas por los revoltosos. Supo de estrecheces y fortaleció su voluntad empuñando la bandera del servicio.
Trajinó por modestas ocupaciones, como las de palafrenero, sastre y mozo de mandados. Como cocinero experto, dominaba fórmulas exigentes y se hacía desear de los paladares glotones.
Pero su vocación era diferente. Los parques de Manizales todavía recuerdan su presencia entreteniendo el universo infinito de los niños. Cuando ayudaba a subir a un infante al columpio, era como si lanzara al aire la inocencia desprevenida que explota en una risotada y que sólo se marchita cuando la persona se vuelve seria.
Miguel Lesmes se convirtió desde entonces en abanderado de la niñez. Los niños que cuidaba en Manizales son hoy adultos, algunos doctores y la mayoría hombres de bien.
Para muchos sigue vigente en la memoria la figura amable del menudo agente de policía que era su héroe y su maestro y que confundido en sus juegos y travesuras les enseñó a cuidar el alma. Quien tiene vocación para entender a un niño y le transmite alegría para vivir, no conocerá la soledad. Por lo mismo que disfruta los placeres elementales, no se deja contaminar de la vida turbia.
La Revista El Niño se edita, desde hace buen tiempo, en la ciudad de Armenia. Está matizada de fábulas, de consejos y pasatiempos, y llega al corazón del niño. Alterna lo serio con lo jocoso, en sabia alianza de hacer divertir pensando. Es ejemplo de tenacidad que le hace honor a quien sin desfallecer, pero sujeto a penalidades y afanes económicos, ha logrado mantener viva su empresa titánica. Se duele él de la niñez desamparada y pide justicia para el gamín y el ladronzuelo involuntario a quienes la sociedad mantiene marginados.
Es el suyo ejemplo digno de elogio y que pasa inadvertido para quienes ignoran lo que significa imprimir, mes por mes y durante 27 años, estas páginas ágiles y esforzadas. En su duro y dignificante oficio, Miguel Lesmes ha encontrado una causa noble y un apostolado grtificante.
La Patria, Manizales, 5-XI-1980.