Una institución vigilante
Por: Gustavo Páez Escobar
Este 5 de noviembre, día tradicional de la Policía, es al mismo tiempo fecha importante para el país, que conmemora la mayoría de edad de una de sus instituciones más representativas. Ha sido la Policía Nacional, a lo largo de 87 años de existencia, pilar fundamental de la seguridad del Estado y defensora vigilante de la tranquilidad ciudadana.
No en vano las instituciones se proyectan sobre la base de su experiencia hacia el cumplimiento de mejores programas, como ocurre, cada vez con mayor celo, con este organismo preocupado no solo por prevenir el delito sino además por garantizar al ciudadano los derechos esenciales de la seguridad personal.
En un medio como el nuestro contaminado de descomposición social y propenso a la distorsión de la personalidad por el influjo de costumbres frívolas y dañinas, la sociedad debe protegerse contra el enemigo común que lo mismo deambula por la calle pública en permanente ofensiva contra la integridad del individuo, que se viste de personaje falso cara atentar contra la moral desde las casillas del erario.
Ese menudo agente de policía que ya se nos ha hecho tan familiar y que vela, con sacrificios y riesgos no siempre justipreciados, por el bienestar de la comunidad, es amigo de la sociedad y una de las mayores garantías ciudadanas.
Bien está que celebremos con él esta efemérides y lo señalemos como símbolo del trabajo y el esfuerzo. Los altos mandos de la Policía pueden sentirse satisfechos por contribuir a mantener un país respetable, contra el querer de los estados antisociales que luchan por implantar la anarquía.
El Consejo Superior de la Policía, al que me honro en pertenecer, presenta por mi conducto un cordial saludo al coronel Miguel Carrillo García, comandante de la Policía en el Quindío, y lo congratula por la excelente labor que ha realizado. El Consejo Superior es eslabón importante entre la ciudadanía y la Policía al estar integrado por elementos representativos de distintas actividades. Son ellos:
Monseñor Libardo Ramírez Gómez, obispo de la Diócesis; teniente Rafael Parra Garzón; Humberto Sabogal Ospina, fiscal del Tribunal; Luis Fernando Palacio Gómez, secretario de Gobierno departamental; Óscar Jaramillo Jaramillo, industrial; Eduardo Montoya Betancourt, secretario de Hacienda departamental; Guillermo Ángel Mejía, comerciante, y Gustavo Páez Escobar, en representación de la banca.
El país y la ciudadanía saben y valoran lo que representa la Policía como vigilante de la paz.
La Patria, Manizales, 5-XI-1978.
Policía Quindío (editorial), Armenia, 5-XI-1978.