Bancos y bancarios de Colombia
Por: Gustavo Páez Escobar
Habíamos echado de menos la aparición de esta revista que, bajo la dinámica dirección de Arcesio Ramírez Jaramillo, viene circulando en forma continua desde el año de 1957, con una asiduidad digna del mejor encomio. Sostener una publicación a lo largo de tantos años, sin desfallecer en el empeño de formar un vínculo común entre la abundante familia bancaria del país, venciendo sin duda grandes escollos de toda índole, es tarea de titanes.
No otra cosa se me ocurre que puede ser Arcesio Ramírez Jaramillo, sino un titán, un auténtico líder de los afanes intelectuales, con tanto mayor mérito cuanto que ha sido él, a puro pulso, quien le dio vida y continúa sosteniéndosela con incansable vocación de servicio. Pero es que Arcesio lleva sangre paisa en las venas, como que sus raíces están enclavadas en este glorioso Viejo Caldas donde la gente nace para ser grande, para ser visionaria, para crear empresas.
Lo conozco apenas de oídas, pero he seguido de cerca su trayectoria de infatigable peón de las lides periodísticas. Hoy, para orgullo suyo y satisfacción del gremio bancario, exhibe una obra de altura que lo enaltece y le brinda la recompensa de sentirse satisfecho por haber sabido ser útil.
Por la revista circulan no solo los altos personajes de la banca y los enrevesados temas económicos, sino que sus páginas están matizadas con los aconteceres y vaivenes de la familia pequeña. Es el empleado de banco un servidor de la comunidad, que por lo general se mantiene oculto, a veces olvidado, entre los engranajes empresariales. Este órgano periodístico, que lo mismo destaca las ejecutorias de los grandes banqueros, que estimula el esfuerzo, la superación y los triunfos del empleado común, ha sabido cumplir su objetivo de ser un enlace comunitario dentro de esta inmensa familia que jalona la grandeza de la patria.
Ha llegado a mis manos la edición número 70 y veo que, si hubo una ligera interrupción, continúa prevaleciendo el tesón del hombre convencido de sus ideales. Oigámoslo: «Nuestra revista, pese a los duros altibajos que ha sido preciso sortear, y luego de corto receso imputable a dificultades económicas que golpean rudamente a las revistas colombianas, vuelve hoy a circular, esperando hacerlo con mayor periodicidad, merced a la magnífica colaboración que siempre hemos tenido por parte del sector bancario y de un grupo cada vez más amplio y dilecto de amigos».
Bancos y bancarios de Colombia no es una revista de circulación cerrada para los servidores de la banca. Su difusión es amplia y abarca una zona selecta de suscriptores que gustan seguir el desarrollo de la actualidad económica, tratada con buen enfoque. Revista pulcra, seria, bien editada, donde a cada paso se encuentra el lector con su amigo de todos los días: el empleado bancario. Necesita, como es obvio, mayor apoyo. Hay que saber que el aviso publicitario que se inserta en sus páginas se difunde a lo largo y ancho del país, dada la órbita que domina este vehículo de la cultura.
Enhorabuena a Arcesio Ramírez Jaramillo por su constancia, y que continúe adelante con su encomiable empresa. Es el signo elocuente de lo que vale este hombre emprendedor que contra los reveses que suele deparar el duro trajín de editor, sabe ante todo que las cosas grandes se forjan con esfuerzo y objetivos altruistas.
La Patria, Manizales, 8-III-1974.